Ansiedad y estrés
La música dentro del contexto de la Musicoterapia es el medio que nos habilita para revelar, compartir y expresar las emociones con claros efectos sobre la salud y el bienestar.
De todos es sabido la relación estrecha que hay entre emociones y salud.
En base a este binomio emociones-salud, la Musicoterapia se aplica en casos o campos concretos como son:
– La reactividad cardiaca en una situación de estrés
– La ansiedad, ira y depresión
– La prevención en el ámbito educativo
– Emociones negativas y dolor crónico
– Ansiedad, ira y tristeza-depresión en la enfermedad de Parkinson
– El ajuste emocional en pacientes crónicos
– La dificultad para hablar en público
– La sudoración palmar en concertistas (pianistas, violinistas)
– La prevención de la ansiedad en escolares
– En la ansiedad, depresión y estrés en sujetos hipertensos
La interacción con los instrumentos musicales, el canto terapéutico, la expresión corporal,el compartir con otras personas, la atención y la escucha, entre otros, son los medios que utilizamos para lograr un mayor autoconocimiento y disminución de la ansiedad y por ende un mejoramiento del bienestar.
Por ejemplo en personas con problemas nerviosos, se tranquilizan con música trance larga, lenta, con ensueños dirigidos. El sonido funciona como fondo. Dos notas largas se repiten, parecido a tocar campanas. En un proceso posterior se van incluyendo tipos específicos de música clásica que completan el trabajo hacia el equilibrio y el bienestar.
Musicoterapia
La Musicoterapia consiste en el uso especializado de la música para el tratamiento, rehabilitación, educación y formación de niños y adultos ya sea en grupo o individualmente.
El musicoterapeuta trabaja con la expresión integrada de tres niveles o lenguajes: lenguaje sonoro, lenguaje corporal y lenguaje verbal, rescatando la importancia del cuerpo y los sonidos en el proceso terapéutico. La respuesta manifiesta de las personas ante la música está referida a la autoestima, el placer de escuchar, de reconocer los sonidos, de expresarse sin miedos.