El Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDHA), está caracterizado por tres síntomas principales:
Falta de Atención.
Hiperactividad.
Impulsividad.
Es uno de los trastornos más importantes dentro de la etapa infantil, constituyendo cerca del 50% de las consultas pediátricas. También uno de los principales motivos de consulta en los centros psicopedagógicos.
Es un trastorno crónico que puede cambiar sus manifestaciones desde la infancia hasta la edad adulta. Persiste en los adultos en un 50-80 % de los casos.
Un tratamiento precoz, ayuda mucho, tanto a los padres, como a los niños que sufren este problema. Entender el problema, es entender al niño
la Musicoterapia ofrece un espacio-tiempo para el desarrollo de las capacidades expresivas del niño con este problema
En el niño con TDHA se observa la dificultad para organizar sus expresiones, que suelen ser desordenadas y con pocas posibilidades de ser estables. Justamente, esta falta de estabilidad en el tiempo de la expresividad es lo que hace que nos cueste entender lo que quiere expresar o lo que le pasa.
Actividades
Danza expresiva: la expresión musical desarrolla las capacidades inhibitorias, problema central en la hiperactividad.
Diálogos rítmicos sonoros de pregunta respuesta: creamos un vínculo musical que exige un diálogo en donde la alternancia hacer-escuchar es absolutamente necesaria.De esta manera trabajamos la atención y la colaboración con el otro.
Técnicas de percusión con diferentes tambores: aquí trabajamos la descarga impulsiva transformándola en arte y comunicación y no en una agresión a uno mismo o/y a los demás.
Discriminación auditiva, por medio de audiciones y de juegos de identificación de diferentes timbres, intensidades, y alturas de los sonidos o piezas musicales. Trabajo de la atención y de la Escucha.
Improvisación con la voz, con el cuerpo y con los instrumentos musicales donde creamos la base para la Autorregulación, proporcionando la actividad que demandan exigiéndoles al tiempo una atención que se encubre con el placer que les supone el proceso creador.
Relajación por medio de instrumentos ricos en vibraciones propios de la vibroacústica como son los cuencos Tibetanos, el Gong, los Tings-sangs, el monocorde.
Entre otros objetivos trataremos de mejorar el rendimiento académico del niño afectado y facilitar la integración con sus compañeros, y contribuir al mismo tiempo a mejorar otros muchos aspectos, como el lenguaje, la autorregulación o la reducción de la ansiedad.
¿Que conseguimos con las sesiones de Musicoterapia?
Mejora de la comunicación verbal y no verbal.
Aumento del vocabulario mediante las canciones.
Mejora de la Atención y de la Escucha.
Mejora de la relación del cuerpo con el entorno.
Integración y modificación de conducta en el medio escolar y familiar.
Reducción de los niveles de ansiedad.
Incremento de la actividad (acabar con éxito las tareas), de la atención selectiva y de la producción.
Valoración de sí mismo y de los demás.
Relajación.una mayor tolerancia a la frustración.
La Estimulación Musical permite que el mundo interior entre en contacto con el mundo exterior a través de una serie de sensaciones del campo físico (vibraciones), auditivo (melodías diversas), visual (diferentes instrumentos, formas de escritura o representación de signos musicales) o psíquico (lo que sugiere la obra trabajada).